"El agotamiento del combustible es lo primero en una serie de irregularidades": Aerocivil
Aeronáutica revela detalles de la investigación. El exceso de peso no fue la causa.
La Aeronáutica Civil reveló este lunes el primer informe del accidente del avión de Lamia, en el que perdieron la vida 71 personas, entre ellas miembros del equipo Chapecoense de Fútbol, al estrellarse en cerro Gordo, cerca de Medellín. En el percance sobrevivieron seis personas.
Según el secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil, coronel Fredy Bonilla, las grabaciones de la cabina de mando muestran que el piloto y el copiloto conversaron sobre la posibilidad de hacer una escala en Leticia (Colombia) o en Bogotá "porque se encontraba en el límite de combustible", pero finalmente no lo hicieron.
"La principal causa del accidente es el agotamiento de combustible", sostuvo el coronel Fredy Bonilla, en una rueda de prensa a la que asistieron medios nacionales e internacionales.
"Ninguna aeronave o plan de vuelo puede ser aceptado si el tiempo de autonomía no corresponde al tiempo de reserva de combustible", añadió.
El director de la Aeronáutica Civil, Alfredo Bocanegra. sostuvo que "es Colombia el que le corresponde adelantar la investigación del accidente de Lamia".
Dentro del informe se precisa que "el avión de Lamia no contaba con las certificaciones necesarias para el plan de vuelo que tenía".
Conscientes de la falta de combustible
"Ellos estaban conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado ni era suficiente", afirmó el funcionario, quien añadió que durante el vuelo el piloto, Miguel Quiroga, "decide ingresar a Bogotá pero más adelante cambia la decisión y se va directo hasta Rionegro", donde está el aeropuerto José María Córdova de Medellín.
La mayoría de las grabaciones de audio presentadas hoy en Bogotá fueron extraídas de las cajas negras que fueron examinadas en Londres por los fabricantes del aparato, un RJ85, precisó Bonilla, quien señaló que "todo está basado en evidencias".
Según la investigación, en el plan de vuelo presentado por el piloto, la autonomía de la aeronave era de cuatro horas y 22 minutos, exactamente igual al tiempo de vuelo, "describiendo los mismos datos" cuando debía tener combustible para un recorrido mayor.
"Debía tener una hora y 30 minutos más (de combustible) que el tiempo de vuelo en forma estándar en cuanto a su autonomía de vuelo", dijo Bonilla.
El avión debía tener además un segundo aeropuerto alterno en su plan de vuelo pero solo registró el de Bogotá, según la investigación.
El informe revela además que cuando el piloto pidió a la torre de control del José María de Córdova que le permitieran aterrizar, pese a que todavía no estaba en la aproximación a la pista, no informa de la gravedad de su situación ni que ya se le han apagado dos de los cuatro motores.
"En este punto tenían dos motores apagados y la tripulación no ha hecho ningún reporte de su situación, que era crítica, y continua reportando en forma normal" a la torre de control, explicó Bonilla.
Poco después, con un tercer motor ya apagado, se escucha en los audios divulgados hoy cómo la torre le pregunta si necesita algún servicio adicional en tierra por una posible emergencia, y el piloto le responde que no.
Cuatro minutos antes del accidente se le apaga el cuarto motor y se produce la falla eléctrica total de la cual el piloto informa por un sistema primario ya que el resto había quedado desconectado por la falta de energía.
En su última conversación, el piloto pide "vectores" mientras desciende sin autorización para aterrizar. La torre le pregunta entonces su altitud y le informa que todavía está a 8,2 millas (unos 13,1 kilómetros) de la pista, pero el avión ya no responde y todo queda en silencio por el impacto del aparato, que se produce a unos 230 kilómetros por hora.
El "agotamiento de combustible" es la principal de una serie de irregularidades que se cometieron en el vuelo CP-2933 de Lamia, según la investigación, que reveló además que el avión llevaba un peso mayor al permitido y volaba a una altitud para la cual no estaba autorizado.
"La aeronave contenía un peso superior al permitido por manuales, lo cual es otro hallazgo que encontramos dentro de la investigación del despacho de la aeronave", manifestó el funcionario de la Aerocivil.
Según el informe, "el peso real del despegue era 42.148 kilos, significa que estaba sobre su peso máximo de 41.800 kilos".
Bonilla indicó que el avión "despegó con 500 kilos más" sobre su peso máximo permitido, pero "sin embargo ese hallazgo no es un factor prioritario para el accidente como tal".
Otra irregularidad encontrada fue que el avión supuestamente no estaba certificado para volar por encima de 29.000 pies y en el plan de vuelo presentado a la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) de Bolivia se anotó que lo haría a 30.000 pies.
"La Assana aprobó el plan de vuelo presentado a una altitud de 30.000 pies lo cual no era correcto", añadió Bonilla.
Según el director general de la Aerocivil, Alfredo Bocanegra, el informe presentado hoy no tiene como propósito "determinar la culpa o responsabilidad sino prevenir nuevo accidentes", y la investigación definitiva se presentará en unos meses.
EFE